Cómo prever un cambio y anticiparse a él


elEconomista entrevista a SICE Renovables

Dos socios del sector de las renovables aprovecharon el cambio de legislación para montar su empresa


Observar los cambios que se producen en un sector y anticiparse a los posibles escenarios futuros. Eso fue lo que hicieron Ignacio de la Vega y Carlos Güemes hace un año, cuando decidieron emprender una aventura en solitario dentro del sector de las renovables. “Nosotros trabajábamos en una empresa que fabricaba módulos fotovoltaicos. Hace año y medio vimos que se estaba produciendo un cambio en la legislación que iba a complicar la situación en que se encontraban las empresas del sector en el mercado y fue cuando decidimos montar nuestra propia empresa”, dice de la Vega.

Pero el proyecto en el que se embarcaron no consistía en crear un nuevo proveedor de placas solares, sino en asesorar a quienes ya las fabricaban. “Intuíamos que muchas empresas iban a necesitar una consultora especializada en sacar sus proyectos adelante”. Y así fue como nació SICE Renovables, aprovechando el know-how acumulado durante su etapa previa en el sector. “Empezamos en octubre de 2008 y ahora prestamos servicios de consultoría a grandes empresas”.

Vértigos

SICE Renovables presta servicios en áreas relacionadas con la energía eólica, termosolar y fotovoltaica, aunque por el origen de sus socios, es este último segmento el que más actividad concentra. “Hacemos dos tipos de consultorías distintas”, continúa de la Vega: “Por un lado la promoción de proyectos, asesorando a nuevos inversores para desarrollar sus proyectos bajo la legislación actual. Por otro, cuando una empresa que ya está asentada tiene un problema técnico con una instalación, nosotros vamos, le identificamos el problema y le proponemos la solución”.

Sobre el papel es una idea que se ajusta a las necesidades actuales de un sector que en los últimos años ha experimentado un notable crecimiento, debido precisamente a un marco legal favorable para el desarrollo de proyectos relacionados con las renovables. Pero en la práctica, ¿no da vértigo abandonar un trabajo seguro para adentrarse en una aventura personal en un contexto de crisis? “O te da vértigo o te anima”, disecciona de la Vega.
Y en su caso “lo que hizo fue animarnos”, a pesar de que ni él ni su socio Güemes habían emprendido nunca un proyecto similar de manera independiente. “Lo veíamos complicado al principio, pero sabíamos que si lo sacábamos a adelante, cuando terminara la crisis seríamos capitanes generales”.

Competencia

Otra dificultad añadida es la de con- solidarse en el mercado con un proyecto nuevo. En el caso de SICE Renovables, sus socios fundadores no vieron la competencia como una dificultad. “Es un sector tan grande que hay sitio para todos. Además, con nuestra línea de negocio no había mucha competencia porque las empresas que hacían consultoría de promociones eran fundamentalmente bufetes de abogados que ofrecían esto entre su cartera de servicios. No había una consultora especializada”.
Otro punto es el de la financiación. “Ahí tuvimos suerte. Los gastos de constitución de la sociedad los aportamos nosotros, pero un mes después, con el primer contrato que firmamos, sacamos la inversión que nos hacía falta para seguir financiándonos”.

CONFIANDO EN EL ‘KNOW-HOW’ ACUMULADO

Ignacio de la Vega, uno de los socios fundadores de SICE Renovables, reconoce que “en todos los inicios siempre hay cosas que podrías hacer mejor”, aunque de momento no se ha detenido “a pensar si nos equivocamos en algo”. SICE Renovables no buscó asesoramiento, confiando en el ‘know-how’ de sus creadores, aunque sí contó con el apoyo del Instituto de Energía Solar y la Asociación de la Industria Fotovoltaica. En poco más de un año de actividad esta empresa ha conseguido una facturación de 180.000 euros, participando en una decena de proyectos de su sector.


Fuente: elEconomista.